Los orígenes de la solución final: Europa del Este
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No hay un solo tipo de cliente con el que trabajar; hay muchos tipos de personas. Mientras que algunos pueden ser relajados, otros le acosarán para que les informe sobre el progreso y el estado de las cosas o les ponga al día con regularidad.
No sólo puede ayudarte a gestionar tu carga de trabajo actual, sino también a planificar las tareas futuras, a mejorar la comunicación con los clientes o con otros autónomos con los que trabajes y a ahorrar tiempo en las idas y venidas de tu correo electrónico.
Algunos de los trabajos que realizan los autónomos son más difíciles que otros. Las tareas más difíciles casi siempre requerirán que colabores con otros freelancers que han sido contratados para ayudar en el proyecto.
Autoengaño
A lo largo de 45 años en el negocio del cine, Francis Ford Coppola ha perfeccionado un singular código ético que rige su forma de hacer cine. Hay tres reglas: 1) Escribir y dirigir guiones originales, 2) realizarlos con la tecnología más moderna disponible, y 3) autofinanciarlos.
Pero Coppola no desarrolló esta fórmula de la noche a la mañana. Aunque encontró el éxito en Hollywood a la temprana edad de 30 años, admite que la temprana fama de “El Padrino” le desvió de su sueño de escribir y dirigir historias personales. Al igual que Bergman, Coppola quería despertar y hacer películas basadas en sus sueños y pesadillas.
Gracias en gran medida a su floreciente negocio del vino, Coppola se dedica a ello. Recientemente ha rodado su última película, “Twixt Now and Sunrise”, basada en un sueño inducido por el alcohol que tuvo en Turquía. La película cuenta incluso con la última tecnología 3D, pero como un breve segmento dramático al servicio de la historia, en lugar del típico truco de dos horas en los cines.
Me senté con el Sr. Coppola en La Mamounia, el legendario palacio marroquí convertido en hotel, durante el Festival Internacional de Cine de Marrakech, donde compartió sus conocimientos sobre el oficio de cineasta con estudiantes locales. Rechazando el popular formato de “clase magistral”, Coppola prefirió una simple “conversación”, en la que habló con franqueza con los estudiantes y compartió generosamente sus consejos. A continuación se presentan extractos de ambas conversaciones.
Autoengaño stanford
Conseguir una colaboración eficaz en una organización nunca es fácil. Puede que los departamentos de su empresa estén divididos en silos, que haya demasiados compañeros trabajando a distancia o que la mayoría de las reuniones sean improductivas y resten tiempo a los empleados.
Aunque invertir en las últimas tecnologías y herramientas puede parecer la solución más obvia, es importante que los líderes empresariales recuerden que las herramientas sólo pueden ser eficaces si se cuenta con una potente estrategia de colaboración.
La colaboración en un lugar de trabajo implica que un grupo de personas comparta sus ideas y habilidades para lograr un objetivo común. Trabajar en colaboración, en lugar de individualmente, ayuda a mejorar la productividad y da a los empleados un sentido de propósito en la organización. También resulta más fácil aportar ideas para resolver un problema existente o entregar el trabajo requerido a tiempo.
Los empleados con ideas, perspectivas y conocimientos diferentes pueden trabajar juntos para encontrar soluciones innovadoras, lo que a su vez permite a las organizaciones resolver los problemas de forma más rápida y eficiente.
Robots que aprenden a influir en los humanos
Las personas se engañan a sí mismas todo el día. Nos decimos a nosotros mismos que somos más inteligentes y más guapos que nuestros amigos, que nuestro partido político no puede hacer nada malo, que estamos demasiado ocupados para ayudar a un colega. En 1976, en el prólogo de El gen egoísta, de Richard Dawkins, el biólogo Robert Trivers propuso una novedosa explicación para estos prejuicios egoístas: Nos engañamos a nosotros mismos para engañar a los demás, creando una ventaja social. Ahora, después de cuatro décadas, Trivers y sus colegas han publicado la primera investigación que apoya su idea.
Los psicólogos han identificado varias formas de engañarnos a nosotros mismos: recopilación de información sesgada, razonamiento sesgado y recuerdos sesgados. El nuevo trabajo, que se publicará en la revista Journal of Economic Psychology, se centra en la primera: el modo en que buscamos la información que apoya lo que queremos creer y evitamos la que no lo hace.
En un experimento, Trivers y su equipo pidieron a 306 participantes en línea que escribieran un discurso persuasivo sobre un hombre ficticio llamado Mark. Se les dijo que recibirían una bonificación en función de su eficacia. A algunos se les pidió que presentaran a Mark como simpático, a otros se les indicó que lo describieran como antipático y al resto se les indicó que transmitieran cualquier impresión que se formaran. Para obtener información sobre Mark, los participantes vieron una serie de vídeos cortos, que podían dejar de observar en cualquier intermedio. Para algunos espectadores, la mayoría de los primeros vídeos presentaban a Mark de forma positiva (reciclando, devolviendo una cartera), y se fueron oscureciendo gradualmente (insultando, pegando a un amigo). Para otros, los vídeos pasaron de la oscuridad a la luz.